
Actualmente, hay más de 20 conflictos armados en activo, cuya principal víctima es muchas veces la población civil. Sus derechos a una protección y una asistencia suficientes y adecuadas son vulnerados cada día, pero la comunidad internacional sigue sin responder con determinación, de forma que el drama de millones de personas sigue en el olvido, año tras año.
"Estoy cansada de caminar, de mirar al horizonte invisible, ese que no me orienta ni me responde cuando le pregunto hacia dónde voy. Próxima estación: esperanza. Mis pasos me alejan de mis recuerdos, de mis árboles, de mi luz, de mi tierra, del susurro de mi brisa, la que me agita el pelo, acariciándome, cuando asomo la cabeza por la ventana de mi hogar cada mañana. Esas mañanas que ahora vienen con frío, frío de cuando te falta algo, ese que cala los huesos y no lo mitigan las mantas impersonales. Próxima estación: añoranza . Me siguen muchos más, vamos todos, cogidos de la mano, condenadamente unidos por la pérdida y el miedo, ese de no dirigirse a casa, de no acercarse a Penélope, de huir sin entender la razón. Próxima estación: cualquier campamento vallado en medio de cualquier parte, en el centro de la nada".
2 comentarios:
Próxima estación: burguesía occidental. Es decir, yo mismo, nosotros. No alcanzo a imaginar cómo es eso de tener que huir de tu casa, de tu barrio, de tu entorno. Tenemos una casa, un trabajo y es inimaginable que un conflicto nos haga huir actualmente a los occidentales. Por eso quizás incluso a los que han instaurado el día del refugiado les importe más bien poco todo ese conjunto de personas. Los problemas, si realmente importaran, acabarían solucionándose, pero desde acá, desde nuestro sofá, viendo la tele, ¿qué más nos da?
No creo que sea cuestión del acomodamiento de la burguesía occidental lo que evita la solución de estos problemas. Es muy bonito esto de que en occidente se promuevan días como el Internacional del Refugiado, pero cuando a ciertos gobiernos les conviene que se den estas situaciones, poco podemos hacer nosotros por solucionarlas (lo que no quiere decir que no sea nuestra obligación moral el levantarnos de ese sofá e intentarlo, y que sí haya mucha gente que ya lo esté haciendo y a los que envidio por su valentía)
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