Esperanza Aguirre ha demostrado a lo largo de su trayectoria política los axiomas en los que se fundamenta su moral y sus decisiones públicas: la ignorancia, la privatización a ultranza y el ultraderechismo.
La presencia de esta mujer (qué vergüenza compartir sexo con ella) en el panorama político español refleja la esencia de la formación política a la que pertenece. Los votantes del PP que se autodefinen como "de centro" o, peor aún, "apolíticos" deberían hacer un ejercicio de reflexión profunda y análisis de sus más profundas convicciones. Señores y señoras, ya está bien de tanta mentira. Un facha es un facha, un fascista es un fascista y los apolíticos no votan.
La última y enésima decisión de la susodicha, es la siguiente:
Esperanza Aguirre ha adjudicado suelo público a una empresa privada ultracatólica del ámbito educativo (Educatio Servanda) para construir en el Ensanche Sur de Alcorcón un centro que segrega niños y niñas, el cual comenzará a funcionar el próximo curso.
El terreno en el que se edificará el colegio Juan Pablo II cuenta con más de dos hectáreas y media, lo que hace que el municipio de Alcorcón vaya a acoger a uno de los centros ultracatólicos más grandes de la Comunidad.
El ayuntamiento de PSOE-IU había solicitado a la Comunidad de Madrid un colegio público para el nuevo desarrollo del Ensanche Sur. Y cuando conoció la decisión de Aguirre pidió que rectificara esa injusta e injustificable decisión sin que haya recibido la más mínima explicación por parte de la Comunidad de Madrid.
Cultura machista ultracatólica
Esta decisión no es un accidente, sino el diseño de la educación por parte de la Comunidad de Madrid. No tiene sentido que niños y niñas tengan una formación separada, ya que esto contribuye al fomento de determinadas culturas machistas.
Esperanza Aguirre ha abandonado sus responsabilidades no sólo porque no es un buen modelo educativo sino también supone un abandono de la escuela pública. Ha elegido un sistema basado en algo que no recoge la L.O.E., un ideario de centro, que es hacer de la educación un arma ideológica.
Hay que separar a chicos y chicas por el bien de la familia
La fundación Educatio Servanda, por su parte, se defendió de una manera absurda tras las protestas de ciudadanos, partidos de izquierdas y sindicatos. Esto es lo que dicen los ultracatólicos patrocinados por Esperanza Aguirre "Nuestra Fundación quiere hacer de este centro uno de los mejores colegios de la Comunidad por su excelencia. Por este motivo, en los niveles de primaria y secundaria, reservará aulas específicas para chicos y para chicas porque este colegio irá orientado a la familia".
La presencia de esta mujer (qué vergüenza compartir sexo con ella) en el panorama político español refleja la esencia de la formación política a la que pertenece. Los votantes del PP que se autodefinen como "de centro" o, peor aún, "apolíticos" deberían hacer un ejercicio de reflexión profunda y análisis de sus más profundas convicciones. Señores y señoras, ya está bien de tanta mentira. Un facha es un facha, un fascista es un fascista y los apolíticos no votan.
La última y enésima decisión de la susodicha, es la siguiente:
Esperanza Aguirre ha adjudicado suelo público a una empresa privada ultracatólica del ámbito educativo (Educatio Servanda) para construir en el Ensanche Sur de Alcorcón un centro que segrega niños y niñas, el cual comenzará a funcionar el próximo curso.
El terreno en el que se edificará el colegio Juan Pablo II cuenta con más de dos hectáreas y media, lo que hace que el municipio de Alcorcón vaya a acoger a uno de los centros ultracatólicos más grandes de la Comunidad.
El ayuntamiento de PSOE-IU había solicitado a la Comunidad de Madrid un colegio público para el nuevo desarrollo del Ensanche Sur. Y cuando conoció la decisión de Aguirre pidió que rectificara esa injusta e injustificable decisión sin que haya recibido la más mínima explicación por parte de la Comunidad de Madrid.
Cultura machista ultracatólica
Esta decisión no es un accidente, sino el diseño de la educación por parte de la Comunidad de Madrid. No tiene sentido que niños y niñas tengan una formación separada, ya que esto contribuye al fomento de determinadas culturas machistas.
Esperanza Aguirre ha abandonado sus responsabilidades no sólo porque no es un buen modelo educativo sino también supone un abandono de la escuela pública. Ha elegido un sistema basado en algo que no recoge la L.O.E., un ideario de centro, que es hacer de la educación un arma ideológica.
Hay que separar a chicos y chicas por el bien de la familia
La fundación Educatio Servanda, por su parte, se defendió de una manera absurda tras las protestas de ciudadanos, partidos de izquierdas y sindicatos. Esto es lo que dicen los ultracatólicos patrocinados por Esperanza Aguirre "Nuestra Fundación quiere hacer de este centro uno de los mejores colegios de la Comunidad por su excelencia. Por este motivo, en los niveles de primaria y secundaria, reservará aulas específicas para chicos y para chicas porque este colegio irá orientado a la familia".
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