martes, 8 de abril de 2008

5000 años

Hace algún tiempo apareció en un diario la noticia de que habían hallado en una excavación arqueológica dos cadáveres, un hombre y una mujer, enterrados bajo la nieve, en bastante buen estado de conservación dada su antigüedad, más de 5000 años. Para muchos lo peculiar de este hallazgo, aparte de su indudable valor para descifrar la evolución de esta especie en la que a mi pesar me incluyo, era el hecho de que los dos cuerpos permanecían abrazados…
Alguna explicación absurda tendrán muchos para esta circunstancia, como que murieron de frío… yo me uno a la opinión de Pedro Guerra y prefiero pensar que simplemente estaban enamorados y su amor resistió guerras, glaciaciones y peleas conyugales.
Para estos tiempos de agnosticismo, egoísmo y separación de bienes me sigo zambullendo en los ríos del romanticismo, en sus amainadas aguas y en sus remolinos, dejando que su cauce me lleve, despacio, a raudales, al ansiado mar donde todos terminaremos y del cual procedemos.

5000 años es un tema incluido en el último trabajo de Pedro Guerra, “Vidas”. El viernes 4 de abril tuve el placer de asistir al recital que ofreció en Rivas- Vaciamadrid. Un ambiente alucinante. “De Rivas al cielo”, proclamó Luís Pastor… ahí queda.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alma y Amor son dones que trascienden, el Poder es el problema, los intereses y los "tontos por cientos.."

Anónimo dijo...

bonita historia... pienso que, aunque muriesen de frio, hubo un acto de generosidad al intentar ayudarse el uno al otro... eso también es bonito, aunque no tanto..

Anónimo dijo...

Linda historia. Quizá sea mejor morir así que vivir con un constante desamor. Congelado se puede quedar uno cuando le ocurre algo triste.
Pero mira,que no, que es mejor vivir y encontrar o no, que morirse o sí porque...vaya jaleo.
Uno lleva tiempo buscando su media naranja y de pronto piensa que quizá la hayan hecho zumo.

Gilda dijo...

Anómino, te siento a la distancia quemado con la Cristi y con los mamoneos...Pero ya sabes, se pueden poner florecitas de colores en los momentos más agotadores. O llenar el balcón de plantitas de hierbabuena, orégano y demás aromas.Espero y confío que conserves esas buenas costumbres.
Un besito

Moon,quizá fue solo compañía en el justo momento de pasar a otra vida que quizá les tratase mejor.

Edu, definitivamente me quedo con la opción vital aunque se haya pasado la temporada de las naranjas...