viernes, 1 de febrero de 2008

Contra los éxodos existenciales

Vengo observando un denominador común en todo cuanto me rodea desde hace algún tiempo, nunca mejor dicho. La lucha contra el tiempo.
El coche de la mayoría corre más que el mío, internet navega fugaz con el adsl, el metro vuela en la capital, los velocistas siguen batiendo records, la productividad china sigue creciendo, la capa de ozono no y mis ahorros tampoco... pero son la excepción de toda regla.
La vertiginosa aceleración presente es fruto de la lucha constante del hombre contra el tiempo. Ya muchos controlan el espacio, exterior e interior, otros claro, son despojados de él. Pero, ¿qué pasa con el tiempo?, ¿conseguiremos controlarlo también?.
Una reflexión del maestro zen Chuang-Tzu, de hace 2.500 años, parece muy inspiradora. Cuenta que había una persona que quedaba tan perturbada al contemplar su sombra y tan malhumorada con sus propias huellas, que pensó que era mejor librarse de ambas cosas. Utilizó el método de la fuga, tanto de una como de las otras. Se levantó y se puso a correr, pero siempre que ponía su pie en la tierra aparecía la huella, y la sombra lo seguía sin la menor dificultad. Atribuyó su error a que no estaba corriendo como debía. Entonces se puso a correr más velozmente, y sin parar... hasta que cayó muerto. Su error, comenta el Maestro, fue no haberse dado cuenta de que sólo con pisar en un lugar sombrío, su sombra hubiera desaparecido, y que si se hubiera quedado quieto, ya no habría habido más huellas que le siguieran...


¿No es eso lo que se impone hacer hoy? ¿Hacer una parada? Ahí está el secreto de la felicidad y de la ansiada paz interior.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el tiempo no existiría la distancia tampoco, y en consecuencia la nostalgia menos... Tendré que aprender a poner mis pies a la sombra y dejar de correr...

Anónimo dijo...

¿Por qué luchar contra algo que sabemos nos va a derrotar? El tiempo sólo pasa. No nos debe preocupar únicamente tener más tiempo, sino disfrutar del que tenemos, hacerlo nuestro...

Anónimo dijo...

"Hice un acuerdo de coexistencia pacífica con el tiempo:
ni el me persigue… ni yo huyo de él… un dia nos encontraremos."
Mario Lago
Verdades como puños...

Gilda dijo...

Carpin:
Pensé mucho en lo que escribió Mario Lago. Supongo que esa es la tregua con la vida efímera, no intentar atraparla en la mano ni dejar que corra sin sentido.Simplemente disfrutar de su fruir, como el agua del río.
Besitos, busca un arbol del bosque para tu descanso.
Moon,hacerlo nuestro como lo único que tenemos, disfrutarlo, tu sabes mucho de eso...

Anónimo dijo...

cuanto de cierto hay en que el tiempo se termina si, cuando parece que el tiempo se acaba, vuelve a comenzar otro nuevo...

Anónimo dijo...

(...)