Después de dos años vuelvo a Argentina. A veces la espera se hizo eterna; pasaron siglos, inviernos y naufragios. Vinieron sorpresas, lágrimas y calma en este tiempo. Que bonito viajar a un lugar donde sabes que te esperan...
Si fuese bicho estaría en un canasto, como desgraciadamente rara vez puedo volar (despierta) en el sentido físico de la palabra, me quedé en humana, mujer, manchega, roja y a veces verde esperanza...